Desde hace mucho tiempo admiro a Diego Vasallo y ayer en Nakama Lib descubrí algunas de sus facetas artísticas que conocía de lejos, pero que nunca había vivido de cerca. En la presentación de “Al margen de los días” de Harpo Libros intervinieron Marcus Versus y Hasier Larretxea, que conversaron con Diego Vasallo sobre todos los matices de este libro con varias dimensiones.
“Al margen de los días” ha sido un libro que ha ido cambiando, un libro que inicialmente solo era de poemas y que al final ha acabado siendo una obra con muchos recovecos. El título ya resulta inspirador y el interior lo es aún más. Se divide en cuatro partes: ensoñaciones, divagaciones, desgarraduras y baladas.
La de ensoñaciones es la parte del libro que recopila los poemas más contemplativos, los que, según palabras del propio Diego, marcan la distancia que es necesaria para la creatividad, para alejarnos del ansia de la novedad constante, del exceso de información, de la velocidad a la que nos movemos.
La de divagaciones es una parte dedicada a los aforismos, a los poemas que son reflexiones pasadas a limpio. Las desgarraduras nos muestran otro de los aspectos artísticos de Diego: sus cuadros. Y las baladas son las letras de sus canciones, que van acompañadas de un CD.
Todas las partes del libro tienen una conexión a través de la mirada de Diego, todo tiene un sentido, un lazo que une a las partes a través de un tono que unifica.
Diego nos habló también del momento en el que distingue una canción de un poema. En ocasiones se le ocurre un verso, un párrafo, una idea y la anota. En ese momento puede convertirse en cualquier cosa, canción o poema. Pero el proceso de los poemas es distinto al de las canciones. Los poemas son de verso libre, sin rima y captan la inmediatez. Las canciones, sin embargo, tienen un proceso más complicado, porque debe existir un engarce entre la melodía y la letra.
Diego nos desveló que le inspiran muchas cosas a la hora de escribir mientras pasea, las tardes, el otoño, la lluvia y Menorca, son algunos de los elementos que están presentes en varios poemas. Siempre conserva ese equilibrio entre la luz y la oscuridad, aunque la melancolía y la bruma están siempre ahí.
Os dejo con uno de sus poemas:
Libros, el otoño.
Los últimos baños en el mar.
Gente marchándose hacia otros lugares.
Restaurantes medio vacíos.
La vida replegándose en sí misma.
Sólo un hilo de melancolía sujetando
todo esto,
El peso muerto que llevamos dentro,
en el fondo.