Al principio del libro “El elemento” de Ken Robinson se cuenta una anécdota que ilustra a la perfección lo que es la creatividad y lo relacionada que está con la imaginación, la falta de miedo y la confianza en uno mismo. Esta es la anécdota:
“Hace unos años oí una historia maravillosa que me gusta mucho explicar. Una maestra de primaria estaba dando una clase de dibujo a un grupo de niños de seis años de edad.
Al fondo del aula se sentaba una niña que no solía prestar demasiada atención; pero en la clase de dibujo sí lo hacía.
Durante más de veinte minutos la niña permaneció sentada ante una hoja de papel, completamente absorta en lo que estaba haciendo. A la maestra aquello le pareció fascinante.
Al final le preguntó qué estaba dibujando. Sin levantar la vista, la niña contestó: “Estoy dibujando a Dios”. Sorprendida, la maestra dijo: “Pero nadie sabe qué aspecto tiene Dios”.
La niña respondió: “Lo sabrán enseguida”.
Como escritores nuestra creatividad es fundamental para imaginar historias y plasmarlas en papel o en el soporte en el que escribamos, pero a veces somos perezosos o nos sentimos algo bloqueados. Por ese motivo, os propongo 5 disparadores creativos para que comencéis a escribir hoy mismo.
La escritura automática
Escribe sin pensar, sin parar, todo lo que se te ocurra. Si quieres ponte una cuenta atrás en un reloj y no dejes de escribir en una hora. Seguro que de esa hora de escritura surge alguna buena idea y alguna frase ingeniosa. Aprovéchalas para tus próximos relatos.
Las asociaciones semánticas
Uno de los secretos para crear un buen relato o una buena novela es elegir el campo semántico adecuado para crear una determinada atmósfera. Por ejemplo, si elijo como campo semántico el cine puedo buscar todas las palabras que estén relacionadas directa o indirectamente: película, actores, Oscar, butaca, entrada, palomitas…
Haciendo esas asociaciones, aunque surjan ideas que parezcan algo locas, pueden darse también ideas ingeniosas para un buen relato o incluso para una novela.
Abúrrete
Sí, suena raro, pero abúrrete. Cuando nos relajamos y dejamos volar nuestra imaginación se nos ocurren ideas que pueden ser disparatadas, pero también brillantes. Apúntalas y cuando no sepas como continuar un relato, lee tu “cuaderno de ideas del aburrimiento”.
Abre un libro y elige tres palabras
Otra forma básica para disparar tu creatividad y ponerte a escribir es abrir un libro y elegir tres palabras. Un adjetivo, un nombre de una cosa o de una persona y un verbo. Con esas tres palabras escribe un relato, a ver qué ocurre.
Utiliza internet
Abre un buscador de internet, dale a 3 teclas sin mirar y a continuación observa los resultados. Con el primer resultado comienza a escribir un relato. Ray Bradbury decía que hay que escribir un relato a la semana porque es imposible escribir 52 relatos malos seguidos.
¿Y tú qué técnicas utilizas para disparar tu creatividad?